Las fotos de Sergio Kowalewski, fueron documentos claves que sirvieron en lo inmediato para desarmar una estrategia comunicacional que desde los medios hegemónicos en connivencia con el gobierno de Eduardo Duhalde pretendían instalar la muerte de Dario Santillan y Maximiliano Kosteki , ambos militantes del MTD, como resultado de un enfrentamiento entre grupos piqueteros en el marco de una movilización masiva el 26 de junio del año 2002.
Se convirtió en uno de los autores de las imágenes que fueron testimonios en el juicio y que dejaron en evidencia la brutal represión de la policía y dieron como resultado, junto a otros testimonios, la condena de los autores materiales entre ellos el comisario comisario Alfredo Franchiotti y Alejandro Acosta y aunque de inmediato se iniciaron causas contra los responsables políticos, aún no han sido juzgados.
Tiene 63 años, es fotógrafo y aprendió ese oficio de su padre cuando era muy joven. Su militancia y compromiso lo llevaron a acercarse siempre a aquellos movimientos disruptivos en lo político. Colaboró desde la fotografía con organismos de derechos humanos, en el periódico de madres de plaza de mayo a partir de los años 80 y con los movimientos de desocupados a partir de los 90.
¿Cómo llegaste el 26 a la movilización? ¿Habías documentado otros cortes?
Participe de otros cortes, del primer corte en el puente Pueyrredón, primero a través de madres y luego uno establece un vínculo solidario y militante con lo que eran los grupos de movimiento de desocupados como colaborador. El 26 era un punto de inflexión para los movimientos de desocupados porque había órdenes del FMI de cortar con los planes, y las políticas de ajuste impuestas por el fondo y aceptadas por el gobierno de ese momento habían desatado una crisis económica brutal donde realmente había hambre, como ahora 20 años la historia nos vuelve a encontrar en una situación parecida , nuevamente el FMI dirigiendo las políticas económicas, nuevamente enormes masas de desocupados, crisis y una cantidad de gente que tiene que subsistir de alguna manera y el estado más o menos trata de contener eso sumado a la pandemia.
Llegamos a ese día sabiendo que iba a haber una represión, la mayoría estaba avisado que era un día donde se iba a reprimir efectivamente porque así habían condicionado también los medios de comunicación, había un clima mediático muy fuerte contra el movimiento de desocupados, a veces se ve ese clima hoy.
Yo llegue temprano a eso de las 9 de la mañana, llegué en tren desde zona sur, baje en la estación avellaneda, habíamos quedado en que iba a documentar teniendo en cuenta que tenía la capacidad de fotografiar, de poder tomar las imágenes desde un punto de vista que no era el de los grandes medios de comunicación, que lo que buscaban era fotografiar al tipo como violento, con la capucha y el palo olvidándose de porque estaba en esa situación.
Entonces llego a la mañana y lo que espero es lo que había imaginado, un fuerte operativo de distintas fuerzas que bloqueaba el operativo al puente. Comienzo a documentar algunas imágenes, había dos columnas una por la estación Avellaneda y otra por av. mitre. Lo que primero me asombro visto desde arriba es que la infantería estuviera en el medio de las 2 columnas. Todos saben que esa situación es inusual. Ahí se desata la represión casi inmediatamente. Y yo sigo el camino volviendo hacia la estación Avellaneda
¿Qué te pasaba por tu cabeza y por el cuerpo? ¿Estabas decidido a seguir cubriendo?
Mi laburo estaba definido yo tenía que sacar fotos y cubrir la represión. Yo creía que lo que importante es tratar de documentar los hechos que estaba sucediendo tal cual son, seguí avanzando, junto a la línea en que estaba Fanchiotti y en un momento les pido que paren, si el sentido era no permitir la subida al puente ya se había cumplido, la gente se estaba retirando y ellos seguían disparando y disparando. En ese momento había una resistencia para permitir que la gente pudiera retirarse y no sufriera la represión en forma directa.
A nosotros nos cuesta creer pese a la historia de violencia de nuestro país que se estén disparando balas de plomo contra gente que está reclamando por planes para poder comer. Me adelanto y cuando ingreso a la estación ahí lo que encuentro es que Kosteki estaba tirado en el piso, ya lo habían traído medio a la rastra y había un pibe que estaba sosteniéndole la mano que era Darío y otro que lo trataba de asistir. Ahí tomo algunas imágenes, que son de alguna manera las imágenes que prueban que Darío Santillán estaba vivo en ese momento antes del ingreso de la policía a la estación.
El pelotón de Fanchioti llega y se queda fuera de la estación pero ingresan los oficiales y después Fanchioti junto con Acosta que son los que ingresan en la estación, cuando veo que Fanchioti entra vuelvo a entrar siento un par de disparos que ya eran parte del ruido ambiente, yo estoy entrando por el costado de la estación mirando mi cámara , y lo que percibo es que hay 2 oficiales que estaban en posición de tiro hacia el que cae herido en el hall interno que era Darío. Tomo una serie de imágenes después lo retiran por último me quedo mirando a un oficial en este caso era Quevedo que comienza a mover el cuerpo de Kosteki y en un momento se pone en cuclilla al costado del cuerpo y ahí sí tomo la imagen y era la imagen de una cacería. El cazador con la presa. Esa fue la impresión que me dio cuando la tome.
¿Cuándo te diste cuenta que esas fotos podrían ser claves?
Cuando salgo me encuentro con la CORREPI, que hacían la asistencia legal ante la represión y quedo en contacto. Recién al otro día cuando revelo me doy cuenta que tenía pruebas que demostraban que la policía había ingresado a la estación, que en ese momento Darío estaba vivo y que los que habían disparado podían ser al menos dsd mi punto de vista por la ubicación los únicos dos oficiales que estaban ahí Fanchiotti y Acosta. En ese momento me comunico con el teléfono de la Correpi para poner las imágenes a disposición.
Sobre el poder de las imágenes
Yo creo que las fotos son disparadores que nosotros generamos a partir de nuestros valores de nuestra mirada, porque lo que hacemos es un recorte de la realidad, una mirada desde nuestra propia ideología, que para mí tiene que ser declamada. Creo que las imágenes son disparadores que trabajan sobre la conciencia de la gente, a pesar de que estas imágenes fueron una prueba contundente en el caso de un juicio, yo creo que también lo que cambia la historia es el nivel de organización social, el nivel de conciencia de los pueblos y la capacidad de ser solidario, de tener empatía, yo siempre digo que, si esas fotos hubieran sido tomadas en pleno menemismo, la sociedad no hubiera reaccionado como reacciono. Había un grado de sensibilidad en la sociedad que permitió un consenso para repudiar lo que había pasado, esas fotos fueron un disparador porque trabajan sobre una percepción diferente, no es lo mismo describírtelo que mostrártelo, lo que te consolida es lo que tenés en tu cabeza, y aun así después de muchos años con el caso Santiago Maldonado hubo una parte de la sociedad que no reacciono de la misma manera, o cuando se mató a Rafael Nahuel no hubo la misma reacción, 20 años después tenemos al FMI , tenemos condiciones económicas desfavorables y una sociedad que muchas veces pide represión. Hay un corrimiento de una parte de la sociedad hacia planteos casi fascistas de la mano obviamente de medios de comunicación
Las fotos nos movilizan, pero tenemos que tener otras herramientas para que eso que nos moviliza sea transformador y para ser transformador tenes que tener un nivel de organización social una formación social política que consolide eso que te permita decir bueno esto hay que cambiarlo.