Ubicada en el barrio de Barracas, dentro de la villa 21-24 de la comuna 4, la Capilla Caacupé cuenta con 8 comedores. Desde el 18 de diciembre se abrió uno más de emergencia que funciona de lunes a sábados.
Los comedores de emergencia se suman a los que funcionan habitualmente. Estos espacios funcionan sin inscripción y a demanda. “Se calcula a ojo y se abrieron debido a la situación compleja que estamos viviendo”, explica el Padre Toto, quien está a cargo de la Capilla. “Hay familias que hoy necesitan y mañana no, hoy cobran y mañana no, entonces no es un cálculo matemático. Los curas de las villas nos pusimos de acuerdo porque compartimos la visión de que iba a ser necesario abrir este lugar”, comenta.
Mientras el Ministerio de Capital Humano sigue sin ejecutar los programas alimentarios que permiten que miles de comedores puedan acceder a alimentos para las familias de los barrios, la inflación comenzó el año con un 21,7%. Hasta el momento, la Unión de Trabajadores y trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), ha realizado numerosas movilizaciones reclamando a la Ministra Pettovello que se haga cargo de la situación y no permita que falte un plato de comida, pero hasta ahora no hay respuestas más que la represión y el ninguneo.
Debido a eso, desde las organizaciones sociales y diversos espacios comunitarios, se han puesto al hombro campañas que permitan armar ollas y repartir lo que se pueda. Sobre esto comenta el Padre Toto: “Los alimentos llegan principalmente de donaciones que hace la gente, los vecinos, acá hay un clima de comunidad muy lindo en medio de lo terrible que estamos viviendo”. Además, agrega: “También le planteamos la situación al Gobierno de la Ciudad, el Ministerio de Desarrollo Humano, quienes nos hicieron un refuerzo de alimentos. Lo mismo hicimos con Nación, pero bueno, eso está más empastado”.
Una de las personas que dedican su tiempo a esta tarea es Paola, una vecina que participa junto a otras organizaciones del barrio en jornadas solidarias para colaborar y juntar donaciones. Sobre el trabajo que vienen realizando en la capilla comenta: “Arrancamos en diciembre, antes de las fiestas. Venían 20 o 30 familias. Pero ahora están viniendo 150 familias aproximadamente que llevan 7 u 8 raciones. Empezó a venir mucha gente que tiene trabajo pero no le alcanza para llegar a fin de mes”. El año recién comienza y la crisis se profundiza, pero al respecto aclara: “Nosotros nunca tuvimos nada resuelto así que estamos acostumbrados a luchar, somos un pueblo humilde y organizado”
Para donaciones o colaboración pueden acercarse acá a la Parroquia de Caacupé Osvaldo Cruz 3470, o comunicarse via Facebook Caacupe Barracas.
Fotos: Alejandra Malcorra y Giu Human
1 comentario en “Comedor de Emergencia Capilla de Caacupé”
Hermosa labor, que hacen a la comunidad, los felicito!!! Esta situacion es insostenible,
A éste gobierno, es evidente que no le importa ni un poco , la gente humilde. . Cada vez estamos peor con todos los aumentos. Me da mucha triteza…todo esta situacion.