El miércoles pasado entraron a una librería y bazar del centro de General Pico, localidad de La Pampa, e intentaron llevarse sin pagar una caja de lápices y otra de marcadores.
Dos patrulleros y dos motos de la Policía llegaron al lugar inmediatamente cuando el dueño del local alertó sobre el robo y tuvieron que reorganizar todo el protocolo cuando vieron frente a ellos a una nena de doce años.
No sabemos el nombre de esta nena, como corresponde, pero sabemos que tiene 5 hermanas. Que su papá murió hace unos años a causa del COVID y que a su mamá le cuesta llevar adelante el día a día con 6 hijas y escasos recursos. También sabemos, por declaraciones de la adulta responsable, que su hija está muy arrepentida y que tomó esa decisión para conseguir útiles para sus hermanas y aliviarle la carga de gastos a días del inicio de clases.
La compra de un kit escolar promedio es de $ 76.900 por cada alumna o alumno. Según un relevamiento de Miglino & Asociados realizado sobre precios promedio en doce provincias, la canasta escolar argentina es “la más cara del mundo”.
Un cuaderno de tapa dura (de 16 x 21) cuesta $ 4.900; una carpeta número 3, $ 5.900; repuesto de 480 hojas $ 12.800; marcadores x 12, $ 6.900; lápices de colores x 12, $ 2.900; un lápiz negro $ 900; lapicera a tinta, $ 9.700; birome, $900; mochila, $ 20.800; cartuchera, $ 8.900; goma de borrar, $ 900, y una plasticola, 1.400 pesos.
Este miércoles 21 de febrero, organizaciones políticas, sociales y sindicales del Barrio Múgica realizaron un “mochilazo” para denunciar el aumento de la canasta escolar y explicitar las consecuencias directas que tiene sobre cada estudiante.
Una estudiante de escuela técnica que vive en el barrio está en su segundo año y ve los precios de cada cosa que le piden. Las cuentas no dan: “Me gustaría que la suba de precios se congelara para poder graduarme como arquitecta y poder alcanzar con la plata para los útiles que me van a pedir en este segundo año”.
Federico Aramayo, Referente de la Corriente Martin Fierro en la Comuna 1, nos contó sobre la actividad e indicó: “Hay mucha demanda de los vecinos y vecinas del barrio que no pueden comprar los útiles escolares para sus hijos. El kit escolar aumentó entre un 300% y 500% a comparación del año pasado.”
Y agregó: “El gobierno de la ciudad tiene que hacerse cargo de que esos chicos y chicas tengan lo mínimo indispensable para acceder a una educación pública”.
Los reclamos se realizaron sobre las tres instancias escolares: jardín, primaria y secundaria. Con intervenciones en bancos y denuncias por deserción escolar a raíz de los precios del trasporte y los útiles escolares.
Negar un acceso amplio y equitativo a la educación no es casualidad. Desfinanciar al país como estructura de construcción y resolución de conflictos es priorizar a quienes ya tienen sus angustias resueltas. A quienes no roban marcadores en La Pampa, sino que nos endeudan en dólares en Nueva York.
Mona Córdoba, referente de Barrios de Pie en la Comuna 1, indicó: “Es necesario que se articulen herramientas urgentes. Desde congelar los precios de cada artículo, quitarles el IVA, o entregar un kit a cada alumno u organización social. No se puede estudiar sin acceder a útiles. Si hablamos de un derecho, la negligencia y ajuste de este gobierno no puede volverlo un privilegio.”
La actividad se llevó adelante en el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Carlos H. Perette 750, a partir de las 11 y aún esperan respuestas por parte del Gobierno de la Ciudad y Nación.