Mi primer 8 de marzo comenzó hace 8 años, desde ese día cada año salía desde casa hasta el Congreso. Los únicos años que no fui, obviamente, fueron los de pandemia, pero entre compañeras buscamos la forma de reencontrarnos y manifestarnos, como siempre.
Nunca son iguales todos los 8 de marzo, cada año tiene un tinte distinto, una nueva lucha feminista y transfeminista que nos une y deseamos con nuestra cuerpa entera conquistar.
Tuvimos muchos logros y en mis jóvenes 28 años el más significativo es la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, todavía recuerdo ese día, me tuve que ir temprano sino no tenía bondi que me deje cerca de casa, recuerdo a mis compañeras acompañándome hasta la parada, a mi vieja mandandome mensajes porque cuando bajara ya no había bondis y si o si tenía que esperar un Uber, en fin siempre nos cuidamos entre todxs.
El año pasado fui pero sentía que la llama estaba un poco apagada, aún no se muy bien porque, igual siempre es una fiesta reencontrarnos.
Como mencioné antes cada 8 de marzo es distinto, y particularmente el de este 2024 sin dudas que lo es, y les que llevamos las banderas del feminismo y el transfeminismo a todos lados entendemos muy bien porqué.
Nos encontramos ante un gobierno de extrema derecha que vulnera y quita nuestros derechos, esos que disfrutamos y gozamos tanto al obtenerlos, hace poco tuvieron un intento fallido de derogar la Ley IVE, dejando en evidencia que solo son adultes caprichoses y en nosotres encendieron una mecha que no se apaga fácil.
Obviamente esto no es lo único, se meten en nuestros barrios, en nuestra organización comunitaria, desabastecen nuestros comedores y merenderos, dejan a nuestros jubilades bajo la línea de la pobreza, teniendo que decidir entre comer, comprarse el medicamento o pagar el alquiler, no quieren que vivamos, quieren que sobrevivamos a su gestión para pocos.
En fin hoy nos movilizamos, por nuestros derechos y el de todes, como siempre, porque somos empáticas, entendemos el dolor del otro y nunca nos vamos a quedar de brazos cruzados, porque así nos criamos en un mundo donde el privilegio es ser varón en muchos casos.
Nos vemos por Congreso y en cada punto del país, como siempre 💜